Estreno el blog con mi último trabajo. Se trata de una miniatura de metal, un brujo eldar de GW de la 3ª edición de Warhamer 40K. Antes de nada, pido disculpas por la calidad de las imágenes, cuestión que procuraré mejorar para las siguientes entradas.
Aunque la miniatura tiene cierto acabado lustroso, el barniz utilizado es mate (se ha utilizado barniz brillante para las joyas exclusivamente). Sospecho que el acabado se debe al grosor de la capa de barniz; ya que es una miniatura que utilizaré también para jugar, quería asegurarme de no estropearla con los transportes y manoseos.
La miniatura llevaba mucho tiempo guardada y estaba imprimada en negro
cuando la retomé. La preparación que llevaba era pobre, en el sentido de
que aún mantenía algunas rebabas. Por la impaciencia de volver a tomar
los pinceles y practicar nuevas técnicas, después de varios años sin
tocar el hobby, dejé un poco de lado este tema, por lo que pueden
apreciarse en la figura (y en algunas fotos) las marcas de estas
imperfecciones.
En parte me arrepiento y en parte no. La miniatura me quedó mejor de
lo que esperaba. No me considero un pintor bueno, más bien apañado.
Hasta la fecha, esta es la figura cuyo resultado final más me gusta, por
ello considero que el resultado final desmerece bastante al mantener
algunas rebabas. Sin embargo, el objetivo final que buscaba con esta
miniatura era medir mi potencial y practicar dos técnicas habituales hoy
en día, pero relativamente nuevas para mi, como son las veladuras y el
NMM (Non-Metal Metallic)
Aunque al comienzo me costó, terminé cogiendo el punto a los velos y
llegué a realizarlos con cierta velocidad. Creo que la túnica me quedó
ligeramente plana, pero fue lo primero que pinté y, por tanto, la
primera víctima de mis errores. Además, como partía de una imprimación
negra, costó cierto trabajo alcanzar los tonos adecuados manteniendo (o
intentándolo) capas finas y transiciones suaves.
La veladura era una técnica que conocía y había practicado en alguna
ocasión, pero el NMM era totalmente nuevo para mi. Me aventuré en primer
lugar con el dorado en la empuñadura de la espada y los accesorios y no
me desagradó el resultado. Posteriormente decidí utilizar la misma
técnica pero para el color acero en las punteras de las botas y los
guantes. Me gusta el resultado final obtenido y me alegro de no haber usado colores metálicos.
Espero que os haya gustado y estoy abierto a comentarios y críticas
constructivas. Sin más, me despido hasta la siguiente publicación.
La mini está guapísima, lástima que muera siempre a base de fuego de mis marines! Jaja
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